Como sabeis (o deberíais saber) por anteriores entradas de este blog (esta exactamente) mi ciudad está en fiestas. Mas exactamente en las conocidas Fiestas de Moros y Cristianos, osea, dos bandos, que desfilan y hacen diversos actos, siempre enfrentados (en la ficción, realmente son todos amigos) , y con ganas de pasarlo bien.
Pues la noche del jueves, tocaban los alardos. Uno de los actos mas desenfadados y simpaticos de todas las fiestas. Donde todo el que esta en una comparsa (ya sea normal, o Alternativa ;-) ) recibe un disfraz, cena y botellón. Con lo cual se agarra una cogorza considerable.
Yo, como no podria ser de otra manera, estoy afiliado a la Comparsa Alternativa, bueno, yo y 139 personas más. Cosa que nos convierte en una comparsa de tamaño mediano en nuestra ciudad. Pero además, tiene gracia, por que normalmente, la gente joven de todas las comparsas, suele acabar en la discoteca del pueblo (la Lima, anteriormente llamada La Clave) y la gracia está en que como en la Comparsa Alternativa somos todos jovenes, acabamos todos allí, como desde las demás comparsas no acuden todos, cuando vas por allí dentro no paras de encontrarte gente disfrazada de tu misma comparsa, que este año hibamos de escoceses, por cierto.
Acabamos muy pero que muy bien, y a las 7 a casa, que ya está bien. Habiamos quedado a las 9 en la puerta de la discoteca para almorzar, pero yo por mi parte, no lo pude cumplir. Lo siento :-(
En la Comparsa Alternativa, lo pasamos muy pero que muy bien, hicimos una enorme carroza donde guardamos todo el alcohol, y despues de cenar (birra y sangria inclusive), nos fuimos a un descapado cerca del bar. Empezamos a beber, cantar, hacer malabares,… y no tardó en aparecer la policia. Nos dijo, : Una abuela ha llamado por que dice que la molestais para dormir. Incluso nos dijo que habia intentado convencer a la mujer para que nos dejara estar allí, por las fechas y el dia que era (Señora! que estamos en fiestas!!!) pero nada. La señora queria dormir. Muy amablemente, la ley, nos dijo un par de sitios donde no habia viviendas, y por tanto no molestariamos a nadie. Así que recogimos los bartulos, la carroza y el descampado (que somos jovenes botelloneros pero no guarros) y nos bajamos a un parque un poco apartado. Allí continuo la noche hasta que nos fuimos a la discoteca.
En definitiva: Perfecto! todo fiesta, y todo buen rollo.