Empezamos semana, y empezamos mal.
Hoy he encontrado a un nombroso grupo de abuelas-gallina o tambien llamadas abuelas coñazo que me han amargado el viaje. Contando todas las tonterias que se les venian a la cabeza. Que si el parroco del pueblo que si no queria casar a nosequien (amigo del hermano del curandero del pueblo vecino, por supuesto) por que le tenian que pagar 15.000 pesetas (pesetas! señores! pesetaaas! a estas alturas!), que si el chocolate de Mercadona es mas caro si lo compras en el HiperCor (todo es mas caro si lo compras en HiperCor) y eso que en los dos sitios es chocolate Valor, con su mismo envoltorio y todo (esa aclaracion es veridica!) ,… total, impresionante.
Yo pensaba mas bien que estos grupos eran una invencion de la TV o que almenos no llegarian a ser tan exagerados,.. hoy no he podido pegar mi tradicional «becadilla» en el tren. Y lo mas impresionante. Las señoras SI que se daban cuenta del escandalo que armaban! Por que reiteradas veces, tanto los demas pasajeros como yo mismo, nos hemos girado con la tipica cara de «me estas molestando» y ellas te miraba, pero nada de nada. No se sentian ofendidas ni tampoco hacian notar que les acababas de (intentar) dar un toque de atencion.
Total, que llegamos a Valencia, y mientras recojo mis cosas, miro a una de ellas y resoplo como de cansancio hacia ellas, y va la tia y me dice:
– Estais cansados de nosotras, eh? (dirigiendose a todo el convoy)
– Si, un poco (contesto yo en tono ironico)
Y entonces ha sido cuando todo el mundo ha empezado a opinar sobre sus gritos y sus cosas, que si no dejaban descansar, que si no dejaban dormir, que si el gallinero, hay quien les ha preguntado el pueblo de donde eran,.. ya que se sabia la vida de todos los habitantes, almenos saber de donde.
Lo mas extraño es que las mujeres estaban adaptadas a estas cosas, a ellas les ha resbalado todo y han seguido con su gallinero.
2 comentarios en «Semana nueva, vida nueva.»