Se les ha visto el plumero. Muchos (¿todos?) ya lo sabíamos. Solo quieren dinero. Solo quieren tenerlo todo controlado, que su visión de las cosas sea la suprema visión y que se acalle a base de palos a quien no esté de acuerdo. ¿Que de quien hablo? De quien va a ser!?
Hablo de los que se pasan el día diciendo lo que está bien y lo que está mal, hablo de los que se sienten con el poder, y con la obligación, de decir que caminos se han de seguir y que caminos hay que desechar, o valdría mas decir eliminar? El caso es que hablo de esos a los que les interesa el dinero por encima de los ideales que defienden. Hablo de los que han llegado al poder gracias a los que no tienen nada y ahora se aferran a su interpretación de las cosas para asegurar que tienen razón y que ellos son la única verdad.
Hablo de quienes predican una cosa, u otra, dependiendo de sus necesidades y intenciones en ese momento. Hablo de los que pueden repudiar una idea de lunes a viernes, y formar parte de ella sábado y domingo.
¿Ya sabéis de quien hablo? No es tan complicado saberlo, tan solo tenéis que pensar en aquellos a los que les gusta el poder, pero no atienden a responsabilidades, aquellos que saben repartir bien entre sus allegados pero nunca reconocerán que aquellos a los que atacan tienen la razón. Incluso aunque estén de acuerdo.
En serio aún no habeis acertado? Vaya, será por que estoy describiendo tantas cosas que al final uno no sabe si habla de unos o de otros o a los dos, o incluso de los de mas allá, es mas, se puede ver que nadie se salva.