Plants vs Zombies, el entretenimiento del verano.

Hace unos días un amigo me habló de Plants vs Zombies, un juego bien simple: Los zombies no tienen que llegar a tu casa, pasando por el jardín. Y como arma, tienes a tus fieles plantas.  Cada planta tiene sus características, y tienes que ir colocando-las por todo el jardín intentando que los zombies no lleguen nunca a traspasarlo. Algo que conforme avanzas no es tan fácil…

Si habéis jugado a algún Tower Defense, la idea es muy similar. No tienes que dejar que los malos lleguen a tu casa. Por suerte, en este juego puedes fallar, ya que tu ultima linea de defensa son unas cortacesped que se activan solas cuando un Zombie llega al final. Pero en cuanto llegue el siguiente, pierdes.

El juego es muy simple, tienes distintas clases de plantas que disparan a los zombies en cuanto se acercan. Como siempre, cada una tiene unas características de rapidez, tipo de proyectil, … luego, también dispones de elementos de contención, como las piedras. Pero para hacer todo esto, tienes que esperar a tener suficiente luz que vendría a ser el maná necesario para que tus plantas crezcan. Evidentemente, también tienes plantas generadoras de luz. Conforme avanzas de nivel vas consiguiendo mas plantas, pero luego tienes que elegir cuales serán las que utilizas en tu jardín de batalla.

Evidentemente, también tienes distintos enemigos, todos ellos zombies pero con características distintas. Los hay saltarines, los hay que soportan mas bien los golpes, mas rápidos, mas lentos,… pero el problema no es matar a cada uno con la planta que mas daño le hace,… el problema es que vienen a oleadas. De vez en cuando aparece uno pero en cada pantalla tienes un par de oleadas que si te pillan con poca luz (que escasea) en la mochila, te cuesta mucho soportarlas.

La verdad es que es un juego muy entretenido y que engancha cosa mala. Por lo pronto, entre entrevista de curro y entrevista de curro, me estaré aduciendo de este mundo con Plants vs Zombies, al menos durante un par de semanas :D