Hace unos días vimos en casa una de las películas que más me ha gustado de los últimos tiempos: Pontypool. Esta película, dirigida por Bruce McDonald, es justo lo que espero de una buena película: que me mantenga pegado al sofá con ganas de que llegue la próxima escena y que, además, la próxima escena me sorprenda más que la anterior hasta llegar a un final en el que sabes que has aprovechado cada uno de los últimos 95 minutos.
Pontypool es el nombre de un pequeño pueblo perdido en el que esta producción canadiense se basa para narrarnos una invasión zombi que parece haberse generado allí. Lo más interesante del film es que nosotros somos partícipes de ese momento mediante Grant Mazzy, un personaje cuyo carisma es tan enorme que soporta sobre sus hombros toda la lucidez de la película. Stephen McHattie es el actor encargado de dar vida al locutor de radio de la emisora local de Pontypool y, a su vez, encargado de hacer llegar al espectador cada acontecimiento. Todo ello consiguiendo mantener en vilo al espectador durante todo momento a pesar de que la trama se desarrolla en un único escenario (lo cual dice mucho del director, que consigue que nadie caiga en lo limitado del presupuesto). ¿Escuchabais la radio cuando Orson Welles narraba La Guerra de los Mundos? Pues esto es lo más cercano que vais a estar de eso.
Mi compañero de piso me lo definió muy bien, y me siento en obligación de citarle: ¿Es Reservoir Dogs, de Tarantino, una peli sobre un robo? Pues en ese caso, Pontypool es una peli de terror sobre una invasión zombi. Así de simple y así de crudo. Y bien vale recordar que el enorme atractivo de Reservoir Dogs son sus diálogos y los acontecimientos que ocurren en un único lugar y que te mantienen en vilo. Pues Pontypool es exactamente eso, pero de zombis.
Acompañando a Grant Mazzy están la productora del programa matinal, Sidney Briar (Lisa Houle) y la técnica Laurel-Ann Drummond (Georgina Reilly) y este es prácticamente todo el reparto de Pontypool. Los tres participan en la producción del programa matinal en el que hay invitados locales, noticias al minuto, el tiempo y, por supuesto, un helicóptero que sobrevuela la zona para acercar al ciudadano el día a día de su condado.
La película es muy recomendable porque huye del susto fácil y las decisiones idiotas que habitualmente toman los protagonistas de las películas de terror. Además, tampoco es una película que basa su atractivo en el «terror psicológico» ya que tú en todo momento sabes exactamente lo mismo que los protagonistas lo cual hace que la tensión vaya creciendo mientras tu cabeza se llena de conjeturas. Todo ello, bien aliñado con el carisma de Grant Mazzy y su sentido del humor.
Este trailer no le hace ningún honor a Pontypool, en serio. Parece una película de terror más.
En definitiva, Pontypool es una de esas pequeñas sorpresas que llegan a tu cada en forma de «vamos a ver esta peli que me han dicho que mola» y terminan siendo la sorpresa que hacía tiempo que esperabas (con permiso de Rubber). Por cierto, no sé si Pontypool está traducida pero os recomiendo encarecidamente la versión original subtitulada porque la voz de Grant Mazzy es el 90% de su carisma y dudo de que alguien pueda doblar eso.