Cine: Exit through the gift shop, por Banksy

Este agosto, aprovechando que estuve en Berlin decidí ver la película dirigida por Banksy. Ya que yo me encontraba en la ciudad con más arte callejero y estética artística de Europa, pensé que sería una buena idea y me ayudaría a valorar más la sociedad berlinesa. Hay que decir que la película Exit through the Gift Shop está rodada como un falso documental y, por lo tanto, yo ya sabía que iba a ver algo que haría mi estancia en Berlín mucho más inmersiva en el aspecto artístico.

La verdad es que la película me gustó bastante. Es una película que se basa más en la figura de David Guetta, un inmigrante francés que llegado a los EEUU se aficiona a grabar todo lo que ocurre a su alrededor. Sin más motivación que simplemente registrar en vídeo todo lo que podría guardar simplemente en su memoria. El caso es que David Guetta termina metido en temas de Street Art, es decir, termina codeándose con grandes artistas cuyo arte se basa en graffitis, plantillas, impresiones,… diversos métodos artísticos cuyo elemento común es que utilizan la calle como medio artístico. Ya sea como inspiración o como lugar de exposición.

David Guetta empieza a codearse cada vez con gente de más alto caché hasta que, por fin, conoce a Banksy. Por alguna extraña razón, Banksy, el artista de street art más universal y, a su vez, el más esquivo, decide aceptar a David en su pequeño grupo de colaboradores. Permitiéndole grabarlo todo e incluso metiéndolo en algún que otro lío para, al final, hacer que David se convierta en el anticristo del arte underground, justo lo que muchos artistas de street art le echan en cara a Banksy. Haberse vendido. Dejar de hacer arte por el disfrute y empezar a hacerlo por el negocio.

Justo eso es lo más extraño del documental. Como siempre, Banksy se burla de cualquier suposición establecida. Desde el primer momento tu crees que vas a ver un falso documental, sin embargo, demasiadas cosas mostradas en él son verdaderas y, lo peor, son premeditadas y demasiado separadas en el tiempo entre sí como para pensar en que su conjunto se pensó como contenido de una película. Empiezas a dudar de que realmente sea un falso documental rodado a propósito o si es un verdadero documental.

Hay momentos en los que Banksy, David Guetta y otros artistas hablan a la cámara, contando experiencias o recuerdos. El caso es que, aunque muchos se los nota sobreactuados, la verdad es que los hechos están ahí. Banksy consiguió meter un muñeco de Guantanamo en Disneylandia, pero ¿estaba allí David Guetta? Eso es lo realmente extraño de este documental.

Es cierto que las ganas de hacer actos de street art suben como la espuma, eso es lo que más me gustó de esta película. El hecho de que consigue transmitir el disfrute de realizar esas acciones, es una película que consigue que quieras correr por zonas prohibidas para, simplemente, pegar un cartel de varios metros de altura. Es una película que despierta las ganas de disfrutar mucho más de tu ciudad y de hacer arte en ella. Porque gracias al street art, una pared es un lienzo y, la verdad, después de estar en Berlin creo que cualquier cosa luce mucho mejor si un artista ha pasado por allí a dejar su arte.

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